Nuestro nombre
En Cazcanes, nuestro nombre es un homenaje a la resiliencia, la tradición y la autenticidad.
Rinde homenaje al pueblo Cazcan, uno de los pocos grupos indígenas cuyo desafío a la conquista española sigue siendo un legado orgulloso en la tierra que llamamos hogar, una herencia arraigada en la misma región donde cultivamos nuestro agave y elaboramos nuestro tequila hoy.
Su espíritu sigue vivo en la tierra y en cada botella que producimos, donde capturamos la tradición, el coraje y la integridad.
Así como los Cazcanes se mantuvieron firmes en lo que creían, seguimos comprometidos con la elaboración de tequila con autenticidad, transparencia y profundo respeto por la artesanía.
Nuestro símbolo
La Mano Sanadora, que se encuentra en antiguos dibujos rupestres de todo el continente americano, habla de curación, conexión y equilibrio entre los mundos natural y espiritual.
En Cazcanes, honramos las manos que dan forma a cada parte de nuestro viaje: desde los campos de agave hasta la destilación, el embotellado y el toque artesanal final: una cuerda atada a mano alrededor de cada botella terminada.
Cada paso está guiado por la intención, la tradición y el respeto: un recordatorio de que el tequila, en su mejor expresión, no es un producto de máquinas o atajos, sino el resultado de generaciones de habilidad, dedicación y corazón.
Cada botella de Cazcanes lleva este espíritu adelante, honrando la tierra, la gente y las tradiciones que lo hacen posible.
La cuna de Cazcanes
Nuestro viaje nos llevó al corazón de México, donde conocimos a Humberto, un destilador de tercera generación que ha dedicado su vida a perfeccionar una receta transmitida de generación en generación. El tequila que compartió con nosotros era vibrante, audaz y profundamente arraigado en la tradición.
Inspirados por la devoción de Humberto y la pureza de su proceso, nos sumergimos en la artesanía. Esa receta, nacida en la selva y moldeada por el tiempo, se convirtió en el alma de Cazcanes.
Para honrar esos orígenes, creamos una edición limitada llamada Nuestras Raíces, elaborada artesanalmente en pequeños lotes por el propio Humberto en la selva donde todo empezó. Elaborada con herramientas rústicas y técnicas ancestrales, ofrece una mirada sin filtros a los orígenes indómitos del tequila: pura, expresiva y profundamente personal.
Manos detrás de la artesanía
Con más de cuatro décadas en la industria del tequila, Don Chico es un auténtico artesano, reconocido por su precisión, paciencia y un respeto inquebrantable por los métodos tradicionales. Honra la receta y las técnicas originales que inspiraron a Cazcanes, perfeccionando el proceso con su maestría.
Cada botella refleja su profundo compromiso con la calidad y su creencia de que el gran tequila debe mantenerse siempre fiel a sus raíces.
NUESTRA BOTELLA
Antes de que hubiera un nombre o una etiqueta, había una botella.
Mientras exploraba los relaves —los restos de una mina de oro que estuvo activa durante la Fiebre del Oro en California— cerca de la histórica mina Harley en Kernville, California, el cofundador Colin Edwards se topó con una pequeña y desgastada botella de boticario. Simple. Modesta. Pero con una presencia que parecía atemporal.
Ese descubrimiento se convirtió en la base de nuestra botella.
Vimos algo duradero en su simplicidad, algo que reflejaba la herencia que estábamos aprendiendo a honrar: moldeada por la historia, pero aún inspirando algo nuevo.
No la rediseñamos, simplemente ampliamos la forma original. La botella de Cazcanes refleja fielmente ese hallazgo antiguo: sólida al tacto, de perfil limpio y discretamente segura. Parecía perfecta para lo que estábamos creando: algo que refleja el cuidado y la artesanía que hay detrás de la bebida.
Al igual que nuestro enfoque en la elaboración del tequila, la botella se inspira en el pasado, honrando la tradición y dando forma a algo perdurable para hoy.
Hoy en día, sigue siendo una marca registrada y una parte definitoria de la historia de Cazcanes.
Nuestra Destilería: NOM 1614 TTAP
Si bien Cazcanes nació en la selva, hoy elaboramos nuestro tequila en la Destilería NOM 1614 TTAP, un espacio que honra el pasado al tiempo que abraza la artesanía meticulosa.
Seguimos técnicas tradicionales: cocción lenta en autoclave, fermentación al aire libre y destilación meticulosa y práctica. Estos métodos nos permiten capturar la auténtica esencia del agave, sin aditivos, atajos ni concesiones.
Cada botella refleja nuestro compromiso inquebrantable con la calidad, la pureza y la tradición: elaborada con intención, herencia y las aguas limpias y ricas en minerales de los manantiales de Navichi que dieron origen a todo.
Honrando nuestra ciudad natal
Estamos orgullosos de apoyar a la comunidad de Hostotipaquillo, la ciudad natal de nuestro cofundador José Santillán , y la fuente del agua de manantial natural que ayuda a definir a Cazcanes.
Como parte de nuestro compromiso continuo con este lugar especial, patrocinamos equipos deportivos locales, entregamos personalmente regalos de Navidad a los niños de la comunidad durante las fiestas y financiamos una escuela gratuita de inglés que ofrece clases para personas de todas las edades, porque el idioma abre puertas a la educación, el empleo y la conexión más allá de las fronteras del pueblo. La comunidad proporciona el espacio y nosotros nos encargamos de los profesores, los materiales y el transporte.
Creemos que las oportunidades deben empezar en casa. Por eso, invertimos en educación y comunidad para abrir puertas, tanto para esta generación como para la siguiente, tal como Hostotipaquillo nos las abrió a nosotros.
DESCUBRE NUESTRO PROCESO
Elaborado con agave orgánico certificado, utilizando métodos ancestrales y agua pura de manantial volcánico, Cazcanes ofrece sabores intensos con sabor a agave sin aditivos, nunca.